Verrugas anales o condilomas

Las verrugas anales, también conocidas como condilomas, son crecimientos que se encuentran en la piel alrededor del ano o en la parte inferior del recto. Pueden desarrollar un aspecto similar al de una coliflor a medida que crecen, o cuando se agrupan varias. Las verrugas pueden ser de color blanco, amarillo, rosa o marrón claro, y pueden confundirse con el color de la piel.

Las verrugas anales son principalmente causadas por el virus del papiloma humano, que suele transmitirse por contacto sexual, pero no necesariamente a través del coito anal. El tiempo que transcurre desde la exposición al virus y el crecimiento de las verrugas suele ser de uno a seis meses, pero puede ser más largo. Durante ese tiempo, el virus permanece en los tejidos pero está inactivo.

La capacidad de desarrollar un cáncer, ya sea de útero en la mujer o de ano en el varón esta directamente relacionada con el genotipo concreto de HPV que infecta al huésped. Sabemos que hay dos grupos de virus. Los de bajo riesgo oncogénico y los de alto riesgo. Los de bajo riesgo en general son responsables de la aparición de lesiones externas (verrugas genitales comunes) y no suponen un peligro oncológico para el paciente. Los de alto riesgo en cambio se asocian con la aparición de displasias epiteliales, neoplasias anogenitales como el carcinoma in situ de ano, la enfermedad de Bowen genital, el cáncer de cuello uterino, cáncer de vulva y cáncer de pene en el varón.

Síntomas de las verrugas anales o condilomas

En la mayoría de los casos, las verrugas no causan molestias ni dolor. Sin embargo, pueden resultar irritantes si crecen lo suficiente, y pueden picar, sangrar o generar humedad en el canal anal. Si presentas alguna sensación de un cuerpo extraño alrededor del ano, te sugerimos agendar una consulta con el Dr. Jaime A. Hernández, especialista en colon, recto y ano en Puebla para una revisión.

Diagnóstico

El diagnóstico lo realiza el médico, mediante un examen visual en el cual inspecciona la piel alrededor del ano y revisa el canal anal con un anoscopio en caso que sea necesario. El diagnóstico también puede realizarse con una biopsia, esto puede servir para confirmar el diagnóstico si las verrugas no responden al tratamiento inicial.

Tratamiento

Hay varias formas de tratar las verrugas anales, dependiendo de su localización, número y tamaño. Si las verrugas son pequeñas, pueden tratarse con soluciones que se aplican directamente sobre las verrugas para provocar su desprendimiento. Se trata de un procedimiento que se realiza en la consulta y que sólo dura unos minutos.

En ocasiones, se prescribe una pomada que el paciente se aplica en casa. Esto complementa el tratamiento realizado en la consulta. Otra forma de tratamiento es la cauterización, si la zona contiene numerosas verrugas, el médico puede optar por extirparlas quirúrgicamente. Esto se realiza como un procedimiento del mismo día en un hospital.

En la mayoría de los casos un solo tratamiento no curará las verrugas anales. Es fundamental realizar un seguimiento exhaustivo, ya que el virus puede seguir estando presente y provocar la formación de nuevas verrugas anales. Incluso después de que no haya verrugas visibles, el virus puede permanecer en el tejido.

Te recomendamos tener revisiones constantes para evitar la multiplicación de las verrugas anales. Agenda tu consulta de rutina con el mejor proctólogo en Puebla.

Hospital Betania

Torre 1, Consultorio 505